Nunca nos paramos a pensar que hay mujeres que no quieren ser madres, que hay mujeres que no quieren a sus hijos. Asociamos la maternidad a la mujer, siempre.
Este libro da voz a esas mujeres que se arrepienten de haber sido madres, que son rechazadas por la sociedad porque eso no es lo normal, porque eso no es lógico.
Una lectura obligatoria para desmitificar la figura de la madre.
(La única queja es que quizá resulta algo pesado y redundante).
De este libro solo puedo decir una cosa: maravilloso. Las ilustraciones, las fotografías, los poemas, los textos... todo está tan cuidado, tan bonito, que es imposible no leerlo con el cuidado de quien sostiene una pequeña joya.
Una visión realista y a la vez entretenida de lo que conlleva tener una (pequeña) librería. A pesar de todos los inconvenientes que conlleva y que pone de manifiesto la autora, es imposible acabar el libro sin ganas de abrir una librería y vivir en ella para siempre.
Este libro me ha hecho tener sentimientos contradictorios durante toda la lectura. La novela se divide en capítulos narrados por ella y otros narrados por él. Mientras leía los capítulos que narraba la protagonista me quedaba fascinada, quería saber más; cuando era él el protagonista, solo quería cerrar el libro porque me resultaba insufrible. Eso la hace genial, ¿no?
Después de 'Milk and honey' me quedé con ganas de seguir leyendo poesía en inglés y decidí darle una oportunidad a Margaret Atwood.
A pesar de algunas complicaciones porque olvido cosas básicas, he disfrutado tanto tanto leyéndola que no paro de pensar en qué libro suyo leer ahora.
Ya había leído un libro de ensayos de Woolf pero siempre tengo curiosidad por leer más obras suyas.
Reconozco que después de leer 'Las olas', este no ha conseguido fascinarme tanto pero es una lectura igualmente maravillosa.
Precisamente uno de los ensayos del libro anterior de Woolf me llevó a buscar este librito de relatos de Rossetti.
Tres cuentos infantiles que nada tienen de las típicas historias de 'cuentos de hadas'.
Lo mejor es la edición y las ilustraciones que acompañan las historias.
Ya conocía a Natalia Ginzburg por sus libros de ensayos y fue interesante leer su novela.
Una historia de amor, desesperado, difícil. También es una confesión, desde la primera línea. La historia de una mujer y un amor que la cambian por completo.
No había leído nada de Sexton, así que fui con un poco de miedo. Menuda tontería.
«Abro la vena y mi sangre resuena como patines. Abro la boca y mis dientes son una armada furiosa».
'Mamá, quiero ser feminista' ha sido la joya de la corona. No es el último libro de este año (de eso se encargan Lara Moreno y Simone de Beauvoir) pero sin duda es uno de los mejores libros del año. Una obra que nos permite conocer más a Carmen G. de la Cueva y su proceso de aprendizaje, tanto de la vida como del feminismo.
Pero no me ha gustado tanto por su historia y sus ilustraciones (que me han encantado, claro). Si me ha gustado tanto es porque me ha ayudado a conocerme más a mí misma; me ha hecho volver la vista atrás, recordar cómo era de pequeña, cómo me enfrenté a las cosas, a las situaciones, cómo descubrí 'Mujercitas', cómo quise luchar y aprender.
Más que un libro, se trata de una guía, de un apoyo.
El otro día me pregunté qué libros eran mis favoritos de este año. Me ha costado decidirme porque son muchísimos, pero allá vamos:
1. 'Mamá, quiero ser feminista', Carmen G. de la Cueva
2. La Sed, Paula Bonet
3. Departamento de especulaciones, Jenny Offill
4. Mi planta de naranja-lima, José Mauro de Vasconcelos
5. Hombres que cantan nanas al amanecer y comen cebolla, Sara Herrera Peralta
6. Las olas, Virginia Woolf
7. Tara, Elena Medel
8. Haz lo que te digo, Miriam Reyes
9. Los detectives salvajes, Roberto Bolaño
10. Teoría King Kong, Virgine Despentes
11. La paciencia de los árboles, María Sotomayor
12. La carne, Rosa Montero
Y paro porque, por mí, la lista sería infinita.
¡Feliz navidad!