lunes, 16 de enero de 2017

Cómo empezar bien el año.



2017 empezó con muchos libros nuevos y bonitos. Entre libros de la biblioteca y regalos, las lecturas se me han ido un poco de las manos y me he olvidado por completo un poquito de los exámenes.


1.Piel de lobo, de Lara Moreno fue uno de los libros con los que acabé 2016 y me encantó. Una novela que mezcla presente y pasado para narrar la historia de dos hermanas, para hablar de la maternidad, de las relaciones: una novela que retrata la historia de una familia.

2. Partir, Lucía Baskaran.

"Partir es una historia sobre la juventud, sobre cómo matar la ingenuidad postadolescente y morir un poco, para luego resucitar hermosos".
La historia de una chica -que bien podría ser cualquiera de nosotras-, de su vida, de su familia, sus relaciones, su aprendizaje, los golpes de la vida. Escrita de forma directa, sin florituras y con escenas que te harán sentir que, en algún momento, tú también has sido esa chica.

3. El año del pensamiento mágico, Joan Didion.

Este libro es un retrato de una familia que, de un momento a otro, se rompe. Aquí la autora busca dar sentido a todo lo que ocurrió tras la muerte de su marido y la enfermedad de su hija. Una historia que da voz a los sentimientos que todos tenemos al perder a alguien.
"Te sientas a cenar, y la vida que conoces se acaba. 
En un soplo.
O a falta de uno".
4. Mujer que soy: la voz femenina en la poesía social y testimonial de los años cincuenta, Angelina Gattel.

Reconozco que me creé muchas expectativas con esta antología y fue un poco decepcionante. Sin embargo, me encantó leer a poetas que no conocía apenas como Julia Uceda, Aurora de Albornoz o Carmen Conde. También me encantó releer a Gloria Fuertes.

5. Precoz, Ariana Harwicz.

"Madre e hijo viven aislados en una casa con madera acumulada en la puerta, ranchos sin terminar, cercados por vías de tren. Todo gira hacia lo erótico, ambientado en el mundo de los "nuevos pobres" europeos".
La prosa de Harwicz transforma la realidad y el tiempo, nos introduce en una historia oscura en la que el erotismo queda plasmado desde el principio. La autora crea adicción conforme avanzan las páginas: nos muestra la marginalidad, el sistema educativo, el sistema sanitario y, sobre todo, la violencia. Nunca había imaginado una novela en la que el amor filial resultara tan perverso.


Esta semana he acabado dos libros que me han parecido increíbles:

 Los hombres me explican cosas me parece un libro fundamental para seguir aprendiendo sobre feminismo. Sabemos que la violencia contra las mujeres, las violaciones y el abuso es, por desgracia, el día a día de demasiadas mujeres. Y por eso mismo este libro de ensayos es tan necesario: va al grano y habla de esta violencia. Desde el principio deja claro que no busca cebarse con los hombres, pero sí insiste y explica que las mujeres son radicalmente menos violentas que los hombres y que deberíamos buscar el patrón y la raíz del problema y solucionarlo ya (pero ya de ya).
Ensayos sobre Woolf y Sontag, las madres de la Plaza de Mayo, la institución del matrimonio  y los horribles casos de maltrato que se dan continuamente son algunos de los temas que aborda en este libro.
Un libro que pone el problema sobre la mesa: nos están matando, nos siguen silenciando y es hora de que acabe.

Para variar no sabía de qué trataba esta novela y debo decir que es lo mejor que me ha podido pasar: la sorpresa y la forma en que lo he disfrutado no hubiera sido igual de haber sabido algo sobre ella.
Lo primero que me fascinó fue la forma en la que estaba escrito: todo el minúscula. Puede parecer una tontería pero me hizo sentir la historia más cerca, como si fuese un secreto entre el libro y yo.
Y entonces apareció Mary: eme. a. erre. i griega. Me enamoré de esa niña con el pelo del color de la leche y su forma de decir las cosas, sin mentiras ni rodeos.
Me encantaría hablar sobre la historia (sobre esa historia que encierra y me remueve las tripas y me hace querer salvarla) pero no querría que nadie se perdiera la oportunidad de encontrar una novela maravillosa que nunca nunca me sacaré de la cabeza.

2 comentarios:

  1. AY, AY, qué envidia sana me das, de verdad te lo digo. Yo es que soy una obsesa de los exámenes y no los puedo dejar de lado porque me muero y me siento fatal, ojalá más como tú.
    Muchos de los títulos que nos has traído aquí (por no decir todos), los tengo apuntados y me los quiero leer no dentro de mucho, y si ya encima nos los recomiendas, más ganas me dan de leerlos.

    Ay, S., supongo que te lo han dicho siempre, pero transmites unas ganas de leer que poca gente consigue, y eso me parece tan bonito.

    abrazos fuertes,
    y marcapáginas de colores.

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  2. Ay, no hagas como yo, que me agobio tanto con los exámenes que me tengo que refugiar en los libros y luego soy una angustias.
    Te lo digo mucho pero, de verdad, gracias gracias por tus palabras. Siempre sacan sonrisas gigantes.
    (te recomiendo muchísimo "Del color de la leche", es una joya)

    Un abrazo enooorrrme

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